"Cuando el niño va a dormir, la palabra de la madre/padre, es también palabra contacto, palabra-piel, palabra-pelo.
Al contar un cuento podemos abrirlo al significado que el niño necesita, intuye, reclama. Los cuentos tradicionales pertenecen a todos; y es por esta apertura por lo que la creación colectiva moviliza algunos pasajes, aumenta, reduce, repite imágenes, motivos, para que el cuento cobre la dimensión de un nexo emocional entre el adulto y el niño. El instante repetido pero único, cuando el niño se va a dormir, el borde de la cama, la frontera del sueño, es un espacio íntimo entre la madre/padre y el niño. El cuento, y la palabra de lo que se dice, en el metalenguaje de la caricia, del tacto, del tono de voz, del tono y temperatura corporal, del lenguaje verbal y no verbal". (...)
¡No interrumpas Kika! Editorial Juventud |
Hoy me ha dado por compartir con vosotros estas palabras de Ana Pelegrín en su libro porque no me cansaré nunca de decirlo, el momento de ir a dormir junto con un libro, une a madre o padre con el niño/a. Ese momento es especial, es unión, es cariño, es un momento para vividlo y revivirlo. No lo olvidéis. Sólo probarlo antes de dormir.
Pelegrín, Ana. La aventura de oír. Cuentos tradicionales y literatura infantil. Anaya, 2004
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