Albertine
Ekaré, 2013
"La familia Domínguez se queda estupefacta cuando su atracción principal, la televisión, se estropea. ¡Consternación general! ¿Qué podrían hacer mientras llega el técnico de reparación? Un libro que desborda humor e inteligencia. Cuando la televisión se apaga, el círculo de la familia se enciende."
Un libro sin un texto muy profundo pero que sí nos da mucho que pensar. Una historia muy actual que me recuerda aquella familia de Matilda que se pasaban horas y horas mirando la televisión sin atender a nada más.
Una historia cómica y simpática que nos hará pensar en cómo cambia o puede cambiar una relación familiar si nos damos más tiempo para hablar, para sentir, para bailar, para nosotros mismo en general. La televisión o, mejor dicho, la gran mayoría del contenido de la televisión actual no nos aporta mucho y nos "atonta", como le estaba pasando a la familia Domínguez en este libro.
La solución para que esta familia despierte llega cuando la televisión se estropea... Y yo me pregunto después de vivir y disfrutar como lo hace esta familia cuando se quedan sin televisor, ¿arreglarán la televisión?
El texto está lleno de humor: "La televisión está enfermita. Papá la ausculta. Le da unos golpecitos en el dorso y la anima a retomar el aliento. Pero, ¡bum!, la tele explota."
Las ilustraciones nos dan un poco más de información sobre esta familia, una familia cómica realizadas con un trazo simple y caras muy peculiares que otorgan ese toque humorístico también a los personajes. La casa de la familia Domínguez destaca al principio por su televisor pero cuando despiertan de ese letargo televisivo se llena de vida y color.
En resumen, una historia divertida que hará reír y de la que también puede surgir un buen debate. En muchas casas, no saben apagar el televisor cuando se está comiendo o cenando y es un buen momento para comentar cosas que le sucede a cada miembro de la familia. La comunicación interpersonal es muy importante y cada vez olvidamos más hacerlo y nos damos cuenta muy tarde.
Los autores de este libro, Germano Zullo y Albertine, ya nos soprendieron con Los pájaros, editado por Libros del zorro rojo. En él ya nos dejaban un mensaje que podría estar relacionado y es que "los pequeños detalles de la vida son auténticos tesoros" y si lo relacionamos con el libro que os recomiendo hoy de Ekaré, los pequeños detalles en familia hay que vivirlos (sin televisión de por medio).
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