lunes, 3 de marzo de 2014

¡Felicidades Dragón Lector!

Erase una vez, en una calle de Madrid con nombre de pueblo valenciano (no podía ser de otra manera), un rincón mágico, lleno de aventuras para divertir a todos los públicos, a toda la familia. En ese rincón había un dragón muy particular y es que le encantaba leer. Él se llamaba Leo y no podía vivir en mejor lugar: El Dragón Lector.
Hoy quiero dedicar el post a mi librería preferida, ese rincón que recomiendo a todo el mundo que visite Madrid, y es que El Dragón Lector cumple 10 años que para los tiempos que corren es toda una aventura.

Una aventura que iniciaron Pilar y José con el único propósito de acercar el libro a los niños desde las edades más tempranas y ya os digo yo que lo han conseguido. Ver, por ejemplo, a tres hermanos amantes de la lectura que se han criado en esa librería, ver como han crecido allí y como tanto sus familias como los libreros más maravillosos del mundo, han hecho de ellos, lectores y, más que eso, han conseguido que amen la lectura y que disfruten de ella.
Por experiencia personal trabajando junto a ellos, es una delicia estar allí y compartir todo lo que saben, como cuidan a sus lectores (por no llamarlos clientes porque todo el que entra allí es parte de la familia dragona o dragoniana). Una de mis mejores navidades fuera de casa, fue el año que estuve allí, junto a ellos, compartiendo cada momento, hasta mi cumpleaños junto a Marta y Pilar. Fueron unas navidades especiales.
Ese mes, aprendí lo que no está escrito de lectura, de literatura infantil y juvenil, de literatura general, porque la librería de El Dragón Lector es más que una librería es un centro de amor a la lectura, de pasión por divertir con los libros... Saben cuidar a todo aquel que entra por la puerta, desde el más pequeñín hasta el adulto que va un poco perdido y no sabe que regalar.

Talleres, actividades, presentaciones, la primera biblioteca, Leo el Dragón (y sus amigos nuevos que han llegado para el cumple y para quedarse)... Lo que decía esta librería no es una más, y no sólo por ofrecer un fondo seleccionado y cuidado de infantil y juvenil, sino por sus libreros, por la calidez de la librería, porque te transportas a otro mundo mágico de fantasía, de aventuras, de humor, de princesas, de piratas... ¡Increíble!

Si queréis saber más de esta gran historia que empezó en la calle Españoleto os remito a su web 

A Pilar y a José, sólo me queda daros la enhorabuena porque sois maravillosos como profesionales y personalmente. ¡Gracias, millones de gracias por vuestra oportunidad! Allí hice realidad un sueño, trabajar en un librería infantil y juvenil y, al final, no fue una cualquiera, fue la MEJOR librería que existe. Además de conocer a gente maravillosa que siempre tendré en mi corazón. El mundo de la LIJ allí se convierte en una familia.

¡GRACIAS y MUCHAS MUCHAS FELICIDADES!



Os presentó a algunos de los nuevos amigos de Leo que formarán un Dragonario de lo más famoso por sus autores, pero sobretodo un Dragonario creado desde el amor que se siente por esta librería. Son muchos los amigos de Leo, desde ilustradores a escritores los que se han sumado a la celebración de este aniversario.

http://www.estarsequieta.com/en
Ester García y su Pelayo
Susana Rosique y su Perla
Y otros dragones con sus historias (son algunos más aquí): (He elegido algunos, porque hay dragones para elegir, y a cual más bonito)
Noemí Villamuza y Nogard
Nogard. El dragón que no quería ser un dragón
Yo no quiero ser un dragón.
Soy el único animal que muchos dicen que no existe.
Y yo quiero existir.
Me gustaría ser un perro.
O un gato, no sé, uno de esos animales que todos quieren…
Muchos creen que no existimos. Y los que sí lo creen, tienen miedo de nosotros…
Yo no quiero ser un dragón.
Me cambio de nombre.
Dragón al revés…   :
¡Nogard!
Texto: Luis Amavisca
 
Mónica Carretero
Momo
–¿Volverás a leerme esta noche? –pregunta la niña.
Momo levanta la vista de su libro y la mira sorprendida.
–¡Pues claro! –contesta.
–¿Van a venir todos estos pájaros? Me gusta escucharte en silencio y si les da por piar… 
–Cuando comience la lectura ellos no dirán ni pío. Tan solo crecerán algunas margaritas, pero tampoco deben preocuparte, no harán ningún ruido.
 –Me dejas más tranquila… ¿Qué vas a leerme hoy?
–¿Qué te parece la historia de cómo me hice dragón lector?
–¡Oh! ¡Eso sería fantástico!
Texto: Susanna Isern


Adolfo Serra y su Paquito

Paquito
Cuando Paquito nació
y lo sacaron del huevo
Doctor Dragón descubrió
que tenía ojos pequeños.

—¡Este hijo no ve un pimiento!
protestó Mamá Dragona
una tarde que Paquito
no pudo leer la hora.

Los hermanos de Paquito
eran cultos ejemplares
de una raza de dragones
con cerebros venerables.

Paquito no quería ayuda
ni de hermanos, ni de nadie
pero era una vida dura
perderse siempre en la calle.

Y por si esto fuera poco
Paquito tenía un sueño:
unas gafas de visión
para leer muchos cuentos.

Así que un día anunció
tras chocar contra un almendro:
—¡Yo seré un dragón lector
no un cegato escupe-fuegos!

Y se fue a ver al doctor
que le dio unos anteojos.
Ya el mundo tenía color
y un bonito borde rojo.

Y se hizo dragón lector
y también escribió versos.
Pudo cumplir su ilusión
y así acaba nuestro cuento.

Texto: Ana Campoy
Ilustración: Adolfo Serra

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